lunes, 16 de mayo de 2011

Ventidós

Habitación añil. Ella. Es difícil. Parece que te falte el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabias, los olores y los sabores que te hacían sentirte protegida... decidir acabar con todo. Sentir que de no hacerlo, no iras a ninguna parte y te quedaras allí fingiendo vivir. Pero ¿un amor que acaba así era de verdad un amor? Esto no me gusta. No quiero que sufra, y lo mas importante, no quiero que sufra. No se lo merece. Siempre ha sido bueno con migo. Me quiere. Se preocupa. Aunque sea un poco celoso. Ayer cuando estaba a punto de decírselo, me sentí morir. Me estaba hablando de su día de su nuevo trabajo, de las vacaciones que quería que hiciésemos juntos en agosto. Enciende el portátil,. Abre la carpeta amarilla. Elige un documento al azar. Deja de leer. Y de repente se siente insignificante en una habitación llena de libros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario